que el cielo debe ser nuestro futuro,
tu ausencia es el factor del prematuro
impulso de suicidio por perderte.
Si mi alma se transmuta con la muerte
y allá, donde el azul se torna oscuro
logramos encontrarnos, te aseguro
que igual, he de morir cuando despierte.
Y al Dios, al que venero y lo frecuento
le exijo no olvidarte en lo absoluto,
mas tengo que sufrir por el momento
tatuando al corazón de negro luto.
Eterno es el amor, que ya presiento,
que el alma no descansa ni un minuto.
El Armador de Sonetos.
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