
Rebosa la alborada en la alameda
amainan las estrellas sus fulgores
la flor, del sol comparte sus sabores
y emana su perfume en la vereda.
Resaltan del verdor de la arboleda
los trinos del jilguero y ruiseñores
gorjean sus poemas con amores
concierto celestial así remeda.
Al verte caminar por los jardines
prendido me quedé de tu hermosura
despides un aroma de jazmines
trastocas de inmediato mi cordura
tu voz es un concierto con violines
presiento tu candor y tu dulzura.
¡Belleza de criatura!
enciendes en la entraña gran hoguera
y pronto comprendí, ¡Es primavera..!
El armador de Sonetos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario