
La vista se satura de matices
de formas, contraluces y colores
la chispa que despierta mis fervores
no sólo la provocan las actrices.
Los hombres, como pobres aprendices
sucumben ante inciertos resplandores
no saben que el aroma de las flores
pudiera ocasionarles cicatrices.
Por eso pongo en claro bien las cosas:
medir el intelecto en las ufanas,
valoren mucho más a las virtuosas
y eviten coincidir con las mundanas.
Las nueces más bonitas y lustrosas
en ciertas ocasiones salen vanas.
El Armador de Sonetos.
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