
Se cruza por tu vida mi velero
y el golpe de timón que da el destino
conlleva al rompimiento repentino
que aleja tu mirar y desespero.
El lustre moribundo del lucero
estampa su dolor por mi camino
prosigo navegando y no termino
trazando de tus aguas el lindero.
Consciente que no debo de buscarte
el feble corazón se me desboca
no deja ni en mis sueños de extrañarte
y siento que esta vez no se equivoca.
Tan sólo pretendía regresarte
tus besos resguardados en mi boca.
El Armador de Sonetos.
4 comentarios:
estooooooooooo.....
holllllllllllllllaaaaaaa, Monsieur Arquitecto.
Estuve, te he leido lo demás en un foro...
y como siempre, me gusta.
Además, mándame ese método tuyo de hacer sonetos, para criticarte.
Juaaaaaaaassssssss!
Eres único, "peazo"
Abrazos
Hola Paul!!
Juraba que ya andabas de minero...
Me da gusto que andes vivo y pases a leerme.
Saludos cordiales.
siempre un placer tocayo, recorrer tu baúl. saludos desde venezuela.
Le sigo de cerca,mi estimado armador.
Un abrazo,poeta
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