
Después de disfrutar en la semana
momentos del idilio de mi vida
es hora de pensar en la partida
que siento como muerte tan cercana.
El sol no me consuela de mañana
y sigue la ciudad así llovida
la lúgubre estación adormecida
despierta mi atención con su campana.
Me besas al subir las escaleras
en dulce despedida, mas tu llanto
mis lágrimas provocas tan sinceras.
Percibes de mi alma su quebranto
que pide por favor, si tú pudieras
llevarte al corazón que te ama tanto.
El Armador de Sonetos.
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