
La vida desfiló ante mis ojos
esbozos de recuerdos de momentos
sutiles y amoroso como cuentos
de bella princesita, labios rojos.
Añoro aquellos besos sin sonrojos
aquellos que se fueron con los vientos
que soplan quedamente sus lamentos
y pronto se transmutan en abrojos.
No sufro por tratar de recordarte
quizás en mi memoria estés perdida
y temas que no venga a festejarte
ignoro que eres todo de mi vida.
Estás feliz si viene a visitarte
un terco corazón, que no te olvida.
El Armador de Sonetos.
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