
¿Para qué me enamoro de tu boca
si presiento que nunca será mía ?
¿Para qué me atormento cada día
si tu cruel corazón es pura roca?
¿Para qué te recuerdo si trastoca
mi razón al sufrir tal agonía
de morir; al saber de la apatía
que sutil desengaño le provoca ?
Confieso que eres bella, con candor
por lograr tu amistad casi pequé,
sin embargo descubro con temor
-presiento que jamás te recalqué-
mi noble sentimiento, tanto amor,
o dime, niña amada, ¿para qué?
El Armador de Sonetos.
2 comentarios:
Ángel,
Un soneto para suspirar con dos cuartetos de introducción hermosos, ese deseo que se niega en el verso siguiente, la confesión de puro amor que finaliza en una pregunta abierta como una lanza, puntada fina.
Mi admiración y gusto de pasar por tu versos aquí y ojalá pudiera verlos en el foro, te confieso que extraño encontrarme con tu nombre por los pasillos y lamento que no publiques más, tus poesía, como bellos cuadros hacen falta en esos murales.
Con cariño abrazo querido poeta,
Manuela...
Manuela:
Te agradezco tu paso por mis letras.
Ya sabes dónde vivo(en internet) y
puedes pasar a leerme cuando gustes.
Saludos cordiales.
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