
El faro de tu amor es contrapeso
y brújula tenaz tan luminosa
me canta los hechizos de grandiosa
sirena que fulmina con un beso.
Y siendo cauteloso, si reingreso
al mar de tu locura peligrosa
evito la marea, que engañosa
es causa de naufragios, lo confieso.
Tan firme en el timón, está mi mano
que dicta al corazón soltar tu lastre
anclando mi navío en mar lejano.
Confío a las estrellas, no me arrastre
el viento de tu amor tan casquivano
al risco del dolor y del desastre.
El Armador de Sonetos.
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