
Visito tan contento la campiña
buscando la nobleza de su gente
que vive de manera diferente
evitan la ciudad y la rapiña.
Hermosas son las uvas de la viña
el fruto del trabajo tan ferviente
amores que prodiga complaciente
la mano del que cuida y escudriña.
Las vacas van pastando en armonía
su leche es la riqueza y alimento
de miles de personas cada día.
Medito si el problema del fragmento
del campo no será la profecía
fatal que nos provoque un gran lamento.
Es como lo presiento:
Si el campo descuidamos, patrimonio
con pena se nos puede ir al demonio.
El Armador de Sonetos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario