
La niña languidece de tristeza
ahora sin amor y con gemido
engrapa sus recuerdos al olvido
y adjunta su pesar con la remesa.
La vista en lontananza así lo expresa
sus labios inmutables han seguido
con rictus de dolor y no ha dormido
creyendo en su retorno con certeza.
Nostalgia y desamor es la premisa
que lleva a flor de piel, al ser palpable
la ausencia de su cálida sonrisa
y el trato de persona tan afable.
Armado de valor, sin cortapisa
al cielo le confieso ser culpable.
El Armador de Sonetos.
2 comentarios:
de nuevo es un lujo leerte tocayo.
Un cordial, afectuoso saludo.
angel
Tocayo:
Con tanto viaje, antes tienes tiempo
de leeme. Gracias por tu paso.
Saludos cordiales.
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