
Medito a media luz el triste sino
que nubla la razón, por que la gente
no siendo tan devota ni creyente
malvive rechinando su destino.
Testigo de la historia, desatino
palpando un devenir tan diferente
clamar la libertad y que lo intente
bogando a mi manera mi camino.
Recuerdo cómo al alma se le engaña
luciendo tan feliz, y si consigo
tu amor que desde siempre me acompaña
en sueños, de alcanzar el fin contigo
con lógica ortodoxa tan extraña
detecto cierto sino al que bendigo.
El Armador de Sonetos.
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