
Sublime sensación, es el momento
y juntos anhelamos que llegara,
la noche regaló su luna clara
el mar nos envolvió con suave viento.
Perfumes de tu piel y de tu aliento
provocan embeleso y es tu cara
hermosa y tan radiante que depara
el dulce que en tus labios, hoy presiento.
Estábamos los dos, ilusionados
mirándonos el alma, sin recelos
jurábamos amor y tan callados
quisimos culminar, y con revuelos
surgieron tiernos besos, consagrados
suspiros que volaron a los cielos.
El Armador de Sonetos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario