
No es fácil rasguñar el firmamento
en pos de seducir aquel cometa,
ni fácil es hallar alguna veta
del noble mineral amarillento.
Difícil es correr en su momento
invicto y relajado de la meta,
sabiendo que hay detrás un gran atleta
con ansias de morir en el intento.
Difícil es el darme por vencido
si parto que el sentir es verdadero,
inútil de olvidar lo que no olvido
si tengo corazón de caballero.
Al menos me dejó muy conmovido
lo fácil de expresarle que la quiero.
El Armador de Sonetos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario