188. Hermosa tenías que ser.

Del cuento de princesas de niñez
de tiernas fantasías, o del sueño
de imagen celestial, con el diseño
de Venus Afrodita en sencillez.

Los rizos en cascada, con fluidez
resaltan esmeraldas, son ensueño
y junto con los labios y ese ceño
mantienen la razón en embriaguez.

Prendarme del pecado de tu boca
gozar de tu mirada de ambrosía
aroma de tu ser que me provoca

deseos en la entraña y alegría
que inunda al corazón y que desboca
al éxtasis de amor mientras dormía.

El Armador de Sonetos.