
La historia de artilugios primitivos
usados en las cazas ancestrales,
reafirma que los métodos actuales
al menos siguen siendo productivos.
El fin lo justifican incentivos
trazados por motivos personales,
las presas son trofeos ilegales
que pueden resultar muy llamativos.
El simple mecanismo señalado
funciona con un roce, al tocarla
envuelve con sus redes al osado
o ingenuo que pretenda sopesarla.
Favor de manejarse con cuidado,
un ósculo es capaz de dispararla.
El Armador de Sonetos.
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