
En medio del jardín de mis amores
brotó la blanca flor tan primorosa
con pétalos de plata fulgurosa
sembró la sedición con otras flores.
Forjada con encantos, sin temores
al viento pavoneaba vanidosa
aroma celestial, en verso y prosa
narraban con deleite sus candores.
Queriendo conquistar a mi princesa
regalo sin igual, la flor serena
señal de seriedad en mi promesa.
No olvido por demás aquella escena
la rosa enmudeció con tu belleza
y al verte se tornó roja de pena.
El Armador de Sonetos.
2 comentarios:
Un cordial saludo Tocayo... nunca hay una falla en el recorrer de tu espacio de sonetos... Que siga la poesía.
Angel:
Gracias por pasar a leer mis versos..
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