
Es triste discernir que la noticia
señala su periplo tras la gloria
del hombre, buen amigo, su memoria
delega testimonio de justicia.
Dejando en cada verso su caricia
forjó con el cincel su trayectoria
los trozos de su vida y de su historia
engarzan una musa con delicia.
Amigo que se va, sembrando duda
si vivo ya la hora convenida
del mísero momento en el que acuda
a Dios, a recibir su bienvenida.
Con pena y con dolor, el alma muda
tan triste se quedó con su partida.
El Armador de Sonetos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario