
La lluvia reconcilia mi memoria
de niños, y con rostro de inocente
el charco pisoteo alegremente
sin miedo de la gripe transitoria.
Mis viejos camaradas de la historia
se funden en la noche de mi mente
mis versos y el trabajo ciertamente
me impiden compartir su trayectoria.
El tiempo resucita mi dilema:
¿Por qué los dejaría en el olvido?
Es algo que en el alma si me quema.
La fiesta del convite he prometido
mas sufro por momentos el problema:
Cancelo la reunión, los tres se han ido.
El Armador de Sonetos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario