
Camuflas con destreza y lencería
las mañas que por años he callado
por celos el amor es secuestrado
con trances de locura y rebeldía.
Recurres al chantaje y apatía
al tiempo que pretendo ser amado
tu cuerpo de odalisca disfrazado
reniega sin piedad mi compañía.
Resuelto a terminar con tu problema
te exhorto a concluir sutil patraña
prescinde recitar cualquier poema
y ahorra tu ponzoña de alimaña.
-¡Te vas!-, sin discutir siquiera el tema
tu canto de sirena no me engaña.
El Armador de Sonetos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario