87. Asesinos.

Señor y juez, el caso que presento
señala de culpables, homicidas
con armas a las dagas parecidas,
que dejan una vida sin aliento.

Con dolo y cruel ventaja, de momento
resaltan intenciones tan torcidas,
siniestro gozo causan sus heridas
muriendo el corazón en su lamento.

Pregunta a los culpables, casi presos
motivo o la razón de sus enojos,
desean aclarar que los sucesos

no fueron de verdad, y con sonrojos
confiesan ante el juez, los dos traviesos
hermosos y hechiceros, lindos ojos.

El Armador de Sonetos.