
La bruma matinal de la bahía
tachona con su manto nubiloso
la estrecha callejuela del tranvía
que sube con gemido lastimoso.
Resalta del chofer la cortesía
con trato por demás muy caluroso
alegra su canción la travesía
con timbre de tenor maravilloso.
Y justo divisé cuando subía
tu límpido mirar tan misterioso
y un porte singular que todavía
no logro aquilatarte por precioso
seguro que en el fondo surgiría
un algo más allá de lo afectuoso.
El Armador de Sonetos.
2 comentarios:
Un lujo como siempre...
Cordial saludo Tocayo. Hasta una proxima entrega.
-angel
Tocayo:
Gracias por pasar a conocer mis letras.
un abrazo
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